Implicación con la persona

La aportación del mundo cooperativo es esencial por conjugar la perspectiva económica y el reconocimiento al protagonismo de las personas, ya que su implicación garantiza un servicio de calidad que repercute gratamente en la satisfacción de los clientes usuarios, sus familiares y las instituciones participantes.

El respeto hacia las personas y su dignidad es una esencia común a todas las personas, que nos hace sujetos con capacidad para los mismos derechos y merecedores de respeto para no ser tratados como meros instrumentos. La dignidad humana no es un derecho de la persona, sino el fundamento de sus derechos.

Hay una “regla de oro”: trata a los otros cómo quisieras que ellos te trataran a ti. El aprendizaje de la dignidad humana significa entender la conexión ética profunda entre la experiencia incondicional de mi propia dignidad y la del resto de los seres humanos.

La sencillez en la persona aporta armonía de pensamiento, alegría, humildad, naturalidad, prudencia, confianza, claridad, rectitud, convivencia amable, aceptación de las propias limitaciones, ausencia de rarezas, voluntad fuerte y resultar atrayente, acogedor y asequible.

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